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La Fibrosis Quística tiene muchos efectos colaterales que también son importantes. El equipo de educadores físicos de la Fundación Respiralia trabaja revirtiendo las consecuencias de la FQ a nivel físico de las personas usuarias del programa de Reeducación al esfuerzo. En esta nueva cápsula informativa, grabada en «Físic, espai de salut integral«, te lo contamos.
Consecuencias de la Fibrosis Quística
La Fibrosis Quística tiene muchos efectos colaterales que también son importantes, entre otras, la cifosis dorsal, la pérdida de masa muscular y ósea, la osteopenia, la osteoporosis y las posibles pérdidas de orina, sobre todo, en mujeres.
La cifosis dorsal
Para la cifosis dorsal, Joan nos enseña un buen ejercicio de fuerza para que las escápulas realicen un trabajo de compensación y permitan aliviar los dolores de la parte superior del tronco. Además, con este ejercicio se trabaja la expansión de la caja torácica, permitiendo que los pulmones tengan más espacio para expandirse y, por consiguiente, para que su capacidad aumente.
Posibles ejercicios
Elevación de brazos controlando que los hombros se anclen abajo y no acompañen el movimiento de subida. Hay que notar que las escápulas se intentan juntar y estar pendientes que el hombro no tenga contacto con la oreja.
Para disminuir la dificultad de este ejercicio, se puede realizar tumbados en el suelo boca arriba, de modo que, al extender los brazos por encima de la cabeza, intentemos empujar una pared.
Por último, para aumentar la dificultad del ejercicio, se pueden coger dos botellas de agua o dos mancuernas y realizar el ejercicio con peso.
Pérdida de masa muscular
Para el problema de la pérdida de la masa muscular, Joan utiliza ejercicios de fuerza hipertrofia, trabajando ejercicios variados (sentadillas con peso, dominadas, peso muerto, flexiones, etc.) con pesos que se sitúan entre el 60% y el 80% de la fuerza máxima.
Pérdida de masa ósea
Para recuperar la masa ósea aplica ejercicios de impacto, vibraciones o fuerza máxima. Esto significa hacer los mismos ejercicios que para recuperar masa muscular pero con pesos que solo nos permitan realizar un máximo de entre 3 y 5 repeticiones. Estos ejercicios de fuerza máxima favorecen el aumento de masa ósea y ayudan a prevenir la osteopenia y la osteoporosis.
Los ejercicios de fuerza sí son adecuados en Fibrosis Quística
Estas reflexiones nos dejan un concepto muy claro: En Fibrosis Quística, los ejercicios de fuerza sí pueden ayudar a mejorar la capacidad pulmonar y a prevenir otros problemas derivados de la enfermedad.
Problemas en el suelo pélvico
En cuanto al suelo pélvico, cabe destacar que, al estar situado debajo de la zona abdominal, está expuesto a las presiones que se producen al respirar. Cuando realizamos un esfuerzo físico, la zona abdominal se contrae, por lo que existen presiones en el eje horizontal y vertical.
Si, además de esas presiones, realizamos el ejercicio tomando aire en el momento de realizar el esfuerzo, el diafragma baja y ejerce más presión vertical, por lo que la única vía de escape de esas presiones es la parte inferior donde está el suelo pélvico.
Estas presiones pueden provocar distensiones de los tejidos blandos en esa zona y, por tanto, pérdidas de orina y otras posibles complicaciones, sobre todo, en mujeres.
Cómo prevenir problemas de pérdida de orina
Cuando se realiza un ejercicio, siempre tomaremos aire antes de realizar el esfuerzo y lo soltaremos cuando apliquemos la fuerza. De esta manera, el diafragma sube y deja espacio para que la presión se reparta en el eje vertical y no vaya solo a la parte inferior.
Una buena norma es inspirar cuando vamos a favor de la gravedad y espirar cuando vamos en contra, que es el momento en que se aplica la fuerza en el ejercicio.
Otros aspectos a considerar de las consecuencias de la FQ
En Fibrosis Quística es muy importante controlar la saturación de oxígeno en sangre mediante un pulsioxímetro mientras se realiza el ejercicio. Si bien los márgenes de saturación de oxígeno en sangre en personas sin ninguna patología debe estar entre 96% y 100%, en personas con Fibrosis Quística pueden estar por debajo de esos niveles, por lo que Joan Llobera indica que se puede trabajar por encima del 91% pero no por debajo.
Respecto a la diabetes que provoca la Fibrosis Quística en muchos casos, hay que controlarla siempre que se realice ejercicio físico, sin dejar que esté por debajo de 75 de medición de azúcar.
Sobre la Fibrosis Quística
La Fibrosis Quística es una enfermedad genética, grave y degenerativa que a día de hoy no tiene cura. Afecta, principalmente, al aparato respiratorio, al digestivo, al reproductor y a las glándulas sudoríparas.
El tratamiento para la Fibrosis Quística se basa en la antibioterapia, una nutrición saludable e hipercalórica y la fisioterapia respiratoria combinada con ejercicios de reeducación al esfuerzo.
Puedes ver la infografía publicada por la Federación Española de Fibrosis Quística en este enlace.
Actualmente se conocen más de 2000 mutaciones en el gen que está defectuoso en las personas con Fibrosis Quística, aunque solo unas 150 mutaciones están descritas como causantes de la enfermedad.
Las estadísticas hablan de que una de cada 5.000 personas en España hereda dos copias mutadas de este gen y tiene Fibrosis Quística (1 de cada 6.400 en Baleares) y de que una de cada 35 personas es portadora asintomática de una mutación (1 de cada 40 en Baleares).
En Baleares se conocen 76 casos diagnosticados, pero según esas estadísticas debería haber entre 85 y 90 posibles casos.
El proyecto de sensibilización de la Fundación Respiralia pretende dar a conocer esta enfermedad para poder descubrir aquellos casos de personas que tienen Fibrosis Quística pero todavía no han sido diagnosticadas.
#JuntoscontralaFQ
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