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Cápsula informativa dedicada a la pletismografía para la detección del volumen residual en FQ, con Josep Lluís Valera, del Hospital Universitario Son Espases.
Diferencias entre la pletismografía y la espirometría
La pletismografía es la prueba que nos permite conocer el volumen residual de los pulmones de una persona. Josep Lluís Valera, enfermero del Hospital Universitario Son Espases, nos explica que es una prueba complementaria, igual que la espirometría, que sirve para medir el volumen de aire en una espiración forzada.
Volumen residual del pulmón
El volumen residual es la cantidad de aire que queda en el pulmón tras la espiración forzada. Este aire remanente es necesario para que el pulmón no colapse, pero siempre que no sea en una cantidad excesiva.
Una persona que tenga un volumen residual alto tendrá menos espacio en sus pulmones para realizar la respiración normal, notando, en este caso, cómo la persona realiza inspiraciones y espiraciones cortas y a un mayor ritmo.
Cuando el resultado de la pletismografía indica que hay un volumen residual alto, es necesario averiguar el porqué para saber qué tratamiento aplicar.
Cuándo es necesario realizar una pletismografía
Esta prueba se realiza en una primera valoración de una persona y cuando se detecta una reducción de la capacidad de espiración forzada con la espirometría.
En este caso debemos saber si esta persona no puede espirar una cantidad de aire dentro de los parámetros normales porque no tiene ese aire debido a una obstrucción por cualquier causa o bien tiene ese aire y no lo puede expulsar (atrapamiento aéreo).
Este último caso suele ocurrir en patrones de enfermedades obstructivas, como la Fibrosis Quística, que, por compresión dinámica del bronquio, el aire se queda atrapado y no lo puede expulsar. En ese momento, la capacidad operativa del pulmón queda reducida por el alto volumen residual y el ritmo de respiración se acelera.
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